Hoy, 15 de enero, recordamos a los santos que nos invitan a vivir una vida de profunda oración y contemplación. Ellos nos recuerdan que la verdadera felicidad y plenitud se encuentran en la cercanía con Dios y en el diálogo constante con Él.
Nos muestran que la oración es el camino para descubrir nuestra verdadera identidad como hijos e hijas de Dios y para encontrar la fuerza y el consuelo en los momentos de dificultad.
Oremos para que, como ellos, aprendamos a cultivar una vida de oración y a buscar siempre la voluntad de Dios en nuestra vida. Que su ejemplo nos inspire a buscar siempre la santidad y a vivir con los ojos puestos en la vida eterna.
Que su intercesión nos acompañe en nuestro camino de fe y nos ayude a crecer en amor y en comunión con Dios y con nuestros hermanos.