
Nuestra Señora del Rosario de Fátima es una de las representaciones de la Santísima Virgen María adorada por el catolicismo, la cual se le presentó en una región de Portugal a tres pastorcitos del lugar, que para entonces eran unos niños, sus nombres eran Lucía Dos Santos, Jacinta y Francisco Marto. Las apariciones tuvieron lugar en la Cova de Iria en la región de Fátima del país Portugal, en el año 1917 entre los meses de mayo y octubre.
Virgen de Fátima
La historia cuenta que previo a la apariciones de la Virgen, se les presentó a los niños el “Ángel de Portugal” quien se identificó ante ellos como el ángel de la Paz y los invitó a rezar diciendo: “Dios mío yo te adoro, yo creo, yo te amo, te pido perdón por quienes no creen, no adoran, no confían y no te aman”. Esta oración la enseñó a los niños, con la promesa de que si rezaban así Jesús y la Virgen María escucharían sus súplicas.
En aquella época, el Papa Benedicto XV había pedido en oración a la Santa Madre María, que mirase con compasión al mundo que se encontraba entre tantos lamentos angustiosos, especialmente por los niños inocentes, las madres y las esposas que veían a sus esposos partir a la guerra.
Una tarde, los niños pastores estaban con sus rebaños en las cercanías de la cueva, cuando era mediodía los niños observaron un relámpago sorpresivo que había sucedido sin que hubiese tiempo de tormenta. El relámpago se escuchó por segunda vez así que los niños corrieron a refugiarse en la cueva, cuando de repente se percataron de la presencia de una hermosa dama que estaba de pie en uno de los robles del lugar. Lucía fue la primera en hablarle, y preguntarle de dónde había venido, a lo que la dama le contestó que venía del cielo.
Las apariciones y los mensajes continuaron para estos niños, hasta que el día 13 de octubre del año 1917 la Señora prometió aparecerse de nuevo.
Ese día es conocido como el “Milagro del Sol”, para la multitud de personas que esperaban la señal de la divina Virgen tuvo lugar un gran acontecimiento en el cielo; la Divina Virgen María se apareció a los niños por última vez, haciendo sus peticiones, especialmente diciendo “Vayan y digan a los hombres que deben de enmendar sus vidas y arrepentirse por sus pecados, que ya no ofendan a Dios Nuestro Señor”.
Seguidamente para los espectadores el sol se volvió rojo como el color de la sangre y comenzó a bailar en el cielo, descendiendo hacia la tierra. Una multitud de personas que esperaba esta señal de la virgen observaron atemorizados el evento, creyendo que era el fin del mundo.
El sol regresó a su sitio, la señal estaba clara, el cielo había bajado a la tierra, los niños fueron los mensajeros del mensaje de Nuestra Señora de Fátima para el mundo.
Los mensajes de la Virgen de Fátima
Las apariciones de la Virgen de Fátima a los tres pastorcitos, tuvieron lugar entre el 13 de mayo y el 13 de octubre del año 1917; en cada uno de estos encuentros, la Virgen transmitía mensajes de conversión, de arrepentimiento, de salvación, y una famosas profecías que anunciarían eventos importantes y amenazantes para la historia de la humanidad. Desde este hecho, la fama y devoción de la Virgen de Fátima se ha extendido por todo el mundo católico.
En estos eventos, la Virgen de Fátima revelo a los tres niños pastores, una serie de mensajes que contenían oraciones, peticiones y avisos proféticos. Los mensajes permanecieron en secreto durante muchos años. Lucía, una de las niñas que presenció este milagro, escribió una carta que dirigió a la Santa Sede, donde explicaba dichas revelaciones al pontífice.
Entre las informaciones que se dieron a conocer estaban: el anunció de un posible nuevo conflicto mundial, que sería asociado con la Segunda Guerra Mundial; la conversión de la Rusia Soviética para rescate de la fe, que coincidió con la Revolución de Bolchevique en octubre de 1917, el nacimiento de la URSS y su desintegración en 1990; y el tercer secreto que hablaba sobre el asesinato de un papa que se interpretó con el intento de asesinato que sufrió el papa Juan Pablo II.
La Virgen de Fátima hizo sus apariciones con el fin de advertir a la humanidad que se arrepintiesen de sus pecados para ser perdonados y tener la posibilidad de la salvación. Su manifestación más impresionante y misteriosa tuvo lugar en el famoso “Milagro de Sol”, el cual ha sido investigado por numerosos científicos, buscando una explicación terrenal para el sorprendente “baile del sol” que fue atestiguado por cientos de testigos en la región.
Actualmente, el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, en el municipio Ourém de la región de Fátima es uno de los templos marianos de peregrinación más importantes y reconocidos del mundo, visitado por millones de peregrinos cada año.