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Beato Antonio Neyrot

Beato Antonio Neyrot

Beato Antonio Neyrot, presbítero y mártir

El beato Antonio Neyrot fue un religioso de la iglesia católica quien vivió durante el siglo XV. Fue presbítero de la Orden de los Predicadores, quien al ser enviado a una misión en Sicilia, fue capturado por piratas y vendido como esclavo en África, donde los tormentos de dichos sufrimientos lo llevaron a separarse momentáneamente de la fe cristiana, hasta que por la intervención divina, se dio cuenta de su error, y arrepentido, retomó su hábito religioso y públicamente confesó la fe cristiana, por lo cual fue martirizado.

Antonio Neyrot nació en el año 1423 en la comunidad de Rívoli del Piamonte en Italia. Creció en una familia cristiana y descubrió su vocación en su juventud, cuando decidió ingresar al convento de los hermanos dominicos de San Marcos en Florencia, que estaba bajo la dirección de San Antonino.

Una vez que fray Antonio hizo su profesión religiosa y se ordenó, entre sus primeras misiones le fue confiado el apoyo de una de las casas de la orden en Sicilia, pero el barco en el que se trasladaban fue capturado por unos piratas, quienes hicieron esclavo al beato Antonio y lo llevaron a Túnez.

Aunque posteriormente, Antonio recuperó su libertad, se dejó influenciar por las ideas del Corán y comenzó a familiarizarse con las prácticas de la religión mahometana.

Meses después, se cuenta que Antonio tuvo una experiencia religiosa que le abrió los ojos para ver el error que había cometido. El abad de su Orden, san Antonino se le presentó en un sueño y le apuntó su error. Entonces, fray Antonio, lleno de vergüenza y tristeza, se dedicó a orar y realizar penitencias para enmendar su culpa, y luego, adoptando de nuevo su hábito de fraile, se presentó ante el gobernador de Túnez públicamente, para declarar la herejía y profesar la fe cristiana, un Jueves Santo.

De inmediato, fray Antonio fue condenado a muerte; lo apedrearon hasta que cayó muerto, y luego descuartizaron su cuerpo y lo quemaron. Las pocas reliquias que quedaron fueron recuperadas por unos mercaderes de Génova que las trasladaron a Italia.

El beato Antonio Neyrot tuvo su culto reconocido por el papa Clemente XIII en el año 1767.

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