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Santa Catalina de Siena

Santa Catalina de Siena

Santa Catalina de Siena es una santa de la iglesia católica quien vivió durante el siglo XIV. Fue hermana laica de las dominicas, a pesar de que inicialmente su familia se opuso a su vocación, esta religiosa nunca desistió de su voto de consagrase a Jesús, llegando a convertirse en una de las hermanas dominicas más importantes de su época, ejemplo de vida de servicio y espiritual, así como también gran ayuda para los asuntos políticos de su época en los cuales participó.

Catalina nació en marzo del año 1347 en Siena de Italia, era miembro de una familia acomodada y católica. Desde su niñez la ilusión de servir a Dios en la fe estuvo en su corazón, por ello cuando apenas tenía 7 años, realizó un voto de consagración privado, pasaba la mayor parte del tiempo en oración, en una pequeña celda que estaba anexa a su cuarto.

Cuando llegó a la juventud, la madre de Catalina intentó persuadirla para el matrimonio, la convencieron para que cuidase más de su apariencia, usando vestidos de gala y joyas. No obstante, aunque Catalina as complacía para darles gusto, rechazaba esta vida y continuaba guardando en su corazón el deseo de ser religiosa. Aunque la prohibieron de visitar la pequeña celda que usaba para sus oraciones y la sobrecargaron de trabajos y diversas tareas, Catalina encontró la manera de meditar con Dios a solas, apenas en su corazón sin dejarse afectar por las tribulaciones.

Cuando su hermana falleció en el año 1362, Catalina ingresó al grupo de las Hermanas de la Penitencia de Santo Domingo, como hermana laica, y se dedicó completamente a purificar su espíritu. En 1370 profesó sus votos definitivos; comenzó a trabajar con esmero y devoción por la causa de los pobres, los enfermos, los prisioneros y todos los necesitados.

Muchas personas acudían a ella puesto que a pesar de no tener grandes estudios, su consejo era tan sabio que Catalina era considerada una maestra espiritual. A partir del año 1372 comenzó a participar de los asuntos políticos entre la iglesia y el gobierno en la península italiana.  Desde entonces, redactó gran número de cartas.

La hermana Catalina actuó como mediadora en el conflicto entre el papa Gregorio IX y las ciudades italianas en enero de 1377. Fue también implacable al denunciar la corrupción y promover en camino apostólico en la fe.

La hermana Catalina de Siena falleció el 29 de abril del año 1380.

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