Hoy recordamos a todos los santos y santas que sirvieron y fueron fieles al amor de Dios.
Estos santos son un recordatorio de que la santidad es posible para todos nosotros, independientemente de nuestra edad, origen o estatus social.
Al recordar a estos santos, somos inspirados por su ejemplo y alentados a perseverar en nuestra propia búsqueda de santidad. Sus vidas son un testimonio de amor incondicional, humildad y servicio, y su intercesión es un gran regalo para nosotros.
Nos recuerdan que, aunque a menudo enfrentamos desafíos y dificultades en la vida, nunca estamos solos en nuestro camino hacia Dios. Que su memoria y sus oraciones nos guíen y fortalezcan, para que podamos unirnos a ellos algún día en la gloria eterna del cielo.
