Santa Brígida es una santa católica cristiana nacida en Suecia en el seno de una familia de buena posición social, pues su padre era el gobernador de la provincia de Uplandia.
A los doce años quedo huérfana de madre, recibiendo la educación de parte de su tía. Desde niña exhibió una inteligencia y actitudes sin iguales, hablaba con fluidez y claridad con tan solo 3 años de edad, discutía como si se tratara de una persona de mayor edad, además era muy bondadosa y caritativa.
Cuando tenía siete años experimento una visión de la Santa María Virgen, lo que la hizo acercarse más a la religión. Sintió un deseo intenso por la estudiar y comprender la pasión de Cristo, lo cual fue la clave de toda su vivencia espiritual.
A la corta edad de catorce años, Santa Brígida de Suecia contrae nupcias con Ulf Gudmarsson, un joven con el que formó una familia feliz durante casi 30 años, teniendo varios hijos e hijas, entre ellos, Santa Catalina de Suecia.
A lo largo de su vida Santa Brígida experimentó una serie de visiones muy variadas que le brindaron gran fama. Estas visiones eran profecías y revelaciones que le eran confiadas a la santa; ella predijo que el Papa Urbano V y el Emperador Carlos IV sostendrían un encuentro amistoso en Roma, pero en sus revelaciones también hablaba de los castigos que recibirían por sus crímenes los que desagradan al señor, por lo que Sata Brígida fue objeto de persecución, echada a la calle con sus hijos, y refugiada en el convento de las hermanas Clarisas.
Las visiones de Santa Brígida eran revelaciones que Dios le encargaba para que llevase mensajes a sacerdotes y hasta al sumo pontífice para que se cumpliesen los designios del señor Dios, así mismo emprendió duras peregrinaciones hacia las tierras sagradas siguiendo la voluntad de Dios y aferrándose a la oración.
Santa Brígida fue canonizada en el año 1391, y nombrada patrona de Suecia.
