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San Nicetas de Medicio

San Nicetas de Medicio

San Nicetas de Medicio es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo IX. Este santo fue abad del monasterio de Meditio en el oriente. Durante el período de persecución a causa de la herejía iconoclasta, a pesar de ceder ante las presiones inicialmente, Nicetas reencontró su fe y defendió el catolicismo, por ello fue condenado a múltiples torturas, siendo Confesor de la Fe.

San Nicetas nació alrededor del año 760 en la ciudad de Cesarea de Bitinia. Cuentan una historia que en sus primeros días de nacido, su madre y él enfermaron de gravedad; su madre falleció cuando el apena tenía 8 días de vida, y su padre entonces lo consagró a Dios como un servidor, y confió sus cuidados a su abuela.

Desde la infancia, Nicetas fue preparado para el servicio religioso. En su juventud comenzó a sentir el deseo de llevar una vida austera y solitaria, durante un período vivió con su padre como asceta, y después marchó al monasterio de Meditio o Medikion, donde ingresa y adopta el hábito monástico. Ahí el abad Nicéforo le proporcionó la dirección e instrucciones para su formación en la disciplina monástica. San Nicetas logró su ordenación como presbítero en el año 790, de la mano del Patriarca Tarasi, y en el año 813, cuando san Nicéforo fallece, el abad Nicetas es nombrado como su sucesor, comenzando un gran período de destaque para el monasterio, el cual recibió centenares de discípulos y fieles.

No obstante, las dificultades comenzaron para Nicetas apartir del año 81, cuando el emperador bizantino León V el Armenio comienza a defender la herejía Iconoclasta. El abad Nicetas fue uno de los primeros capturados. Fue llevado a prisión en el fuerte de Masaleón en Asia Menor, donde lo torturaron. Momentáneamente, Nicetas cedió ante las presiones del emperador de Constantinopla en apoyar estas nuevas doctrinas sobre las imágenes. Sin embargo, cuando fue puesto en libertad, tras un encuentro con san Teodoro Estudita, su fe retomó la fuerza para defender la ortodoxia, San Nicetas se arrepintió de su caída y defendió el culto a las Sagradas Imágenes.

Enterándose el emperador del cambio en san Nicetas, lo condenó al exilio en una isla llamada Santa Gliceria, donde pasó terribles torturas a manos del eunuco del rey Antimio. León V fue asesinado en el año 820, y san Nicetas quedó libre, sin embargo, prefirió continuar con una vida austera en una pequeña dependencia del monasterio de Medikion en las proximidades de Constantinopla, donde falleció el 3 de abril del año 824.

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