San Juan de Nápoles es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo V. Pocos datos se tienen sobre su vida, aunque se sabe que fue un importante predicador y evangelizador en la región de Nápoles, donde además ejercía el cargo de obispo; partió a la casa del Señor durante la Pascua de Resurrección.
Los archivos eclesiásticos sobre la vida de este San Juan de Nápoles carecen de datos biográficos exactos así como de fechas. Se presume que san Juan nació en la segunda mitad del siglo IV en la región de la Campania de Italia, creciendo en una familia cristiana y humilde.
Decidido por la vocación religiosa en su juventud, Juan comenzó a trabajar para la iglesia de Nápoles, posiblemente asistiendo al obispo local, de quien recibió la ordenación. Cuando la sede estuvo vacante, San Juan fue nombrado obispo.
Por su fama de santidad, se presume que sus obras pastorales fueron fructíferas y populares entre los fieles; se dedicó a enseñar la importancia de la caridad cristiana, así como a instruir y evangelizar a los fieles de su diócesis.
Los mayores detalles de su vida se narrar en relación a su enfermedad y fallecimiento. Alrededor del año 432, san Juan obispo se encontraba celebrando la misa de la noche de Pascua, cuando repentinamente sufrió un ataque que le produjo la muerte, en plena celebración de los misterios frente a una multitud de fieles. Su cuerpo fue preparado y enterrado el día de la Resurrección de Cristo. La memoria del obispo San Juan de Nápoles se recuerda el 3 de abril.