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San Guido de Acqui

San Guido de Acqui es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo XI. Fue un noble religioso, descendiente de una familia acomodada, que por aclamación popular llegó a ser obispo de Acqui, trabajando por la fundación de instituciones religiosas y el fortalecimiento de la fe en toda la comunidad cristiana.

Guido nació en el año 1004 en el seno de la distinguida familia de condes de Melazzo. Sus padres eran católicos y le proporcionaron una educación cristiana desde muy temprano en la infancia. No obstante, aún cuando era joven, Guido perdió a sus padres. Entonces decidió trasladarse a Bolonia para cursar los estudios superiores y al regresar, fue ordenado como sacerdote.

Más tarde, alrededor del año 1034, la diócesis de Acqui se encontraba vacante; entonces por aclamación popular, Guido fue consagrado como obispo por el obispo metropolita Eriperto, en un escenario donde la iglesia debería enfrentar la ignorancia, la inmoralidad y los vicios de la simonía.

Entre las obras de San Guido se encargó de promover una reforma moral y espiritual en todo el clero de su diócesis. Debido a las precariedades económicas que enfrentaba la iglesia local, San Guido puso a disposición sus bienes para auxiliar en la administración de las parroquias y logro incluso fundar nuevas comunidades.

En Acqui, el obispo Guido fundó un centro dedicado a la formación espiritual de la juventud femenina, costeado con sus propios recursos, así también surgió el monasterio de Santa María de Campis. Con ayuda del obispo Pedro de Tortona, San Guido consiguió fundar la catedral de la Virgen Asunta en el año 1067.

San Guido fue un hombre de gran cultura, caridad, benevolencia y espiritualidad, logrando una completa transformación jurídica, administrativa y espiritual de su diócesis con su esmerado trabajo. San Guido falleció en el año 1070. Es patrono de la diócesis de Acqui.

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