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Santa Gemma de Sulmona

Santa Gemma de Sulmona es una santa de la iglesia católica quien vivió durante el siglo XIV. Fue una religiosa y virgen consagrada, que durante toda su vida se dedicó a la oración y la penitencia, recluida en una pequeña celda anexa a una iglesia, desde donde adoraba el altar, y ofrecía consejos a quienes se acercaban por su fama de santidad. Aún después de su muerte, concedió favores y realizó muchos prodigios.

Gemma nació en el año 1385, en la diócesis de Sulmona, específicamente en un pequeño pueblito montañés llamado San Sebastián de Bisegna. Su familia eran fieles devotos cristianos. Cuando era una niña se trasladó con sus padres a Goriano Sicoli, donde se dedicó a cuidar de los rebaños de la familia para ayudar a sus padres. En este trabajo, Gemma pasaba mucho tiempo en la meditación y en la oración, encontrando que su vocación verdadera era el servicio religioso.

Gemma también había sido dotada de una belleza pura y natural, junto con numerosas virtudes. Por esto, en el año 1393, un conde de la región llamado Ruggieri de Celano, se obsesionó por ella, trató de raptarla y seducirla. La joven Gemma lejos de tener miedo, se posicionó con tal rectitud y fe, que el hombre tuvo miedo y se sintió apenado.

Para tratar de redimirse, el hombre le construyó, después de la petición de Gemma, una pequeña celda como una habitación anexa a la iglesia de San Juan en Goriano Sicoli, con una pequeña ventana que le permitía ver el altar durante la celebración de la Santa Misa. Con la autorización de su familia y del párroco, Santa Gemma se mudó a dicha celda, donde pasó una vida dedicada a la penitencia, la oración y al estudio de la Palabra de Dios. Todas sus oraciones y meditaciones Gemma las dedicaba a la expiación de los pecados propios y del mundo.

Las personas del pueblo acudían a la celda para que Gemma les ofreciera consejos y guía. Así se extendió su fama como santa. Por 42 años, permaneció en esta celda llevando una vida humilde y dedicada a la oración y a la contemplación.

Santa Gemma falleció el 13 de mayo del año 1439. Se dice que en la hora de su fallecimiento, las campanas de la iglesia comenzaron a tocar instantáneamente, alertando a toda la población. El culto comenzó casi inmediatamente, conociendo a Santa Gemma como la Virgen de Goriano Sicoli. En el año 1613 se le construyó una iglesia en su honor.

Fue beatificada por el Papa León XIII el 28 de abril del año 1890.

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