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San Galo de Clermont

San Galo de Clermont es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo VI. Este santo se consagró a la vida religiosa desde su juventud, aun en contra de los deseos de su familia se hizo monje; fue apreciado por sus cualidades de servicio y humildad, fue elevado a la diócesis de Clermont donde se encargó de cultivar y mantener la fe cristiana.

Galo nació en el año 485 en Clermont de Auvernia, en el seno de una familia distinguida de la región. Sus padres lo educaron en la fe cristiana y le proporcionaron acceso a la educación de la mejor calidad.

Una historia cuenta que en su juventud, Galo padeció una terrible enfermedad al recibir la sanación milagrosamente, decidió consagrar y dedicar su vida al servicio religioso. Sin embargo, cuando llegó la edad de casarse, su padre le propuso contraer matrimonio con una distinguida hija de un senador; ante tal compromiso, Galo prefirió escapar de su casa con rumbo al monasterio de Cournon.

Aunque llegó a este lugar, el abad le indicó que solo lo aceptaría si tenía el consentimiento de su familia. Entonces el joven Galo con sus plegarias logró que su padre diera su consentimiento y se pudo ser admitido en la abadía. Allí se ordeno diácono por San Quinciano, quien era obispo de Clermont, y a quien acompañó como representante en la corte del rey Teodorico I. Como Galo además tenía el don del canto, comenzó a participar del coro de la capilla del rey.

Cuando el obispo Quinciano falleció en el año 526, Galo fue electo como su sucesor en la diócesis de Clermont, comenzado su mandato en el año 527. De inmediato se ganó la estima y el aprecio de todos, puesto que ejercía su misión pastoral con gran humildad y dulzura.

San Galo además era un hombre muy pacífico y calmado, que siempre meditaba sus acciones y actuaba con prudencia. Aunque en ocasiones era provocado por incidentes, nunca dejaba que estos momentos lo perturbaran o le causaran algún resentimiento. En una ocasión, un hombre llamado Evodio ofendió al obispo Galo, quien solo se retiró de la sala sin pronunciar palabra. Evodio quedó tan conmovido y apenado que fue a buscar al santo obispo para pedir perdón.

San Galo además fue tío y maestro de San Gregorio de Tours. El obispo Galo de Clermont falleció hacia el año 533 con fama de Santidad.

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