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San Atanasio de Alejandría

San Atanasio de Alejandría es un santo de la iglesia católica, así también celebrado por la iglesia Copta, la iglesia Ortodoxa, la iglesia Luterana y la iglesia Anglicana, vivió durante el siglo IV. Fue uno de los más valientes defensores de la verdadera fe cristiana frente a la herejía arriana, esto ocasionó que varias veces fuera desterrado de su sede; fue ejemplo de fe y perseverancia en la fe. Es reconocido como doctor de la iglesia católica y padre de la Iglesia de Oriente.

Atanasio nació aproximadamente en el año 296 en la ciudad de Alejandría en el seno de una familia cristiana. En su juventud estudió teología y filosofía, y se incorporó a la iglesia católica. Fue ordenado diácono en el año 320 por el obispo Alejandro de Alejandría, a quien acompañó al Concilio de Nicea I en el año 325 donde se destacó por ser un gran defensor de catolicismo frente a Arrio que había confundido a los cristianos con sus herejías.

En el año 328 la sede de Alejandría quedó vacante, y Atanasio fue nombrado Patriarca. Con su gran fe fue ejemplo de rectitud y de coraje frente al avance de los herejes con el arrianismo, esto hizo que el obispo Atanasio fuera perseguido y desterrado en varias oportunidades.

Cuando Constantino, el emperador, en el año 336 quiso que Arrio fuese recibido de nuevo en la iglesia, Atanasio se opuso valientemente a dicha solicitud, pues Arrio había sido excomulgado por el I Concilio de Nicea debido a su doctrina herética. Esto valió para que el patriarca Atanasio fuese desterrado a Tréveris por dos años hasta morir Constantino.

El regreso del obispo Atanasio a Alejandría fue de alegría para toda la comunidad; comenzó entonces un nuevo momento de la lucha contra los herejes, siendo desterrado por amenazas nuevamente en el año 342 cuando tuvo que viajar a Roma.

Tras 8 años de exilio, Atanasio consiguió recuperar su sede en Alejandría, pero al poco tiempo los arrianos se volcaron a perseguirlo y el obispo tuvo que escapar hasta Egipto, permaneciendo entre los anacoretas como un asilado durante 6 años.

Regresó por 4 meses a su sede en Alejandría, siendo forzado a tener que abandonarla en el año 362 por quinta vez. Pasado algún tiempo, el obispo Atanasio regresó y consiguió vivir en paz y rectitud en los últimos años de su vida en Alejandría. Falleció el 2 de mayo del año 373.

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