San Félix, Diácono y Mártir
San Félix es un santo de la iglesia católica quien posiblemente vivió en el siglo IV. Pocos datos se tienen sobre la vida de este religioso, apenas que fue un apóstol en la provincia hispánica de la Bética, donde recibió la palma del martirio por mantenerse fiel en todo momento a la fe cristiana.
Son escasas las informaciones disponibles sobre la vida de San Félix diácono. Los relatos biográficos lo sitúan a comienzos del siglo IV en la diócesis de Híspalis que hoy en día se corresponde con Sevilla, donde actuaba como diácono de la iglesia.
El testimonio del Breviario de Mozárabe nos trae el elogio al diácono Félix, quien se mantuvo inquebrantable en la fe y en la lucha por el cristianismo en su diócesis, soportando con valentía las amenazas de los enemigos. Fue capturado posiblemente siguiendo las órdenes del emperador Diocleciano y el prefecto Maximiano, en los primeros años del siglo IV, y al negarse a sacrificar a los ídolos paganos, fue condenado a tormentos y sufrimientos hasta ser ejecutado.
En el martirologio romano su memoria se guarda el día 2 de mayo.