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Santa María Magdalena de Pazzi

Santa María Magdalena de Pazzi es una santa de la iglesia católica quien vivió durante el siglo XVI. Fue una monja carmelita que desde su infancia sintió el llamado a la vocación religiosa, atravesaba frecuentemente por experiencias místicas y períodos de éxtasis; en su corta vida se dedicó a la oración y penitencia por el perdón de los pecados. Su cuerpo permanece incorrupto.

Su nombre era Caterina de Pazzi, nació el 2 de abril el año 1566 en la ciudad de Florencia en el seno de una familia rica y distinguida de la ciudad. Sus padres le brindaron educación cristiana desde la infancia; cursó estudios en la Chiesa di San Giovannino del Cavalieri que era dirigido por los caballeros de Malta.

Cuando Caterina tenía apenas 12 años de edad, comenzó a presentar períodos de éxtasis y experiencias místicas, donde sentía con pena el dolor de Jesús por los pecados del mundo. En el año 1581 vivió un tiempo en el convento de las hermanas terciarias franciscanas hasta que cumplió 14 años de edad, cuando querían obligarla a contraer matrimonio, pero Caterina se negó, pues había decidido consagrarse a Cristo.

Su familia aceptó la vocación, y cuando Caterina tuvo 16 años de edad, ingresó a la orden de las hermanas carmelitas de la antigua observancia en Santa María degli Angeli en Florencia, el 27 de noviembre de 1582, desde entonces pasó a llamarse María Magdalena, y vivió en una práctica continua de oración y penitencia.

Algunas hermanas de la comunidad transcribieron las palabras que Magdalena dictaba en los períodos que era transportada en experiencias místicas, que revelan un estilo de oralidad viva y de gran vigor. Fue maestra de novicias entre 1589 y 1607 y subpriora del monasterio desde 1604 hasta 1605, cuando su salud comenzó a verse afectada por una enfermedad, que acabó por llevarla al descanso eterno el 25 de mayo de 1607.

A raíz de su muerte, sucedieron muchos prodigios, curación y milagros. En 1626 el padre Urbano VIII la beatificó. Fue canonizada en 1669. Su cuerpo incorrupto es venerado en el monasterio del barrio de Careggi.

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