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Santa Helicónides

Santa Helicónides es una santa mártir de la iglesia católica quien vivió durante el siglo III. Esta santa consagró su vida al servicio de la religión verdadera, en tiempos del emperador Gordiano, fue encarcelada por su fe, sometida a crueles torturas y castigos para hacer que ofreciera sacrificios a los dioses paganos, sin embargo, los ángeles de Dios la acompañaron a lo largo de su tortura hasta que fue asesinada.

En la ciudad de Corinto, a mediados del siglo III, vivía una joven cristiana, natural de Tesalónica, llamada Helicónides, quien comenzó a predicar para los habitantes de Corinto buscando su conversión, el abandono de las costumbres paganas y la práctica de la verdadera fe en Cristo.

Por esto fue encarcelada y presentada ante el procónsul Perinio, quien quedó impresionarla con su belleza e intentó persuadirla para que adorara a los dioses paganos. Sin embargo, todo intento fue en vano, ya que Helicónides se mantenía fuerte en la fe, fue sometida a las más crueles torturas. Le rasgaron las plantas de los pies, la arrojaron en un caldero de plomo quemante, le desollaron la cabeza, quemaron sus pechos y su cabeza, al tiempo que la santa permanecía sin emitir ninguna queja pues un ángel estaba a su lado socorriéndola.

Volvieron después a ofrecerle el perdón de la vida a cambio de adorar a los dioses, incluso Perinio le propuso hacerla sacerdotisa, pero cuando Helicónides estuvo frente al cortejo de los sacerdotes paganos en el templo, arremetió contra las estatuas de los dioses Júpiter, Minerva y Esculapio. Por esto le dieron una golpiza y la dejaron cinco días en prisión sin comida ni bebida.

Luego, el nuevo gobernador Justino, la mandó a quemar en un horno, pero sus llamas no la tocaron sino que se expandieron hacia los guardias que murieron quemados en el instante. Después de esto la colocaron en una cama de bronce ardiendo, se dice que en este momento la santa tuvo la visión de Cristo y los arcángeles que la fortalecían para soportar el martirio. Fue arrojada a los leones, que no la tocaron, hasta que finalmente decidieron decapitarla, alrededor del año 250. Se dice que de su cuerpo salió leche en lugar de sangre.

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