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San Carauno de Chartres

San Carauno de Chartres fue un santo de la iglesia católica quien vivió en el siglo V. Este religioso, a pesar de haber nacido en una familia noble, se desligó de los compromisos del mundo para dedicarse al ministerio de la Palabra, convirtiéndose en un gran predicador, aún en regiones hostiles para los católicos. Fue asesinado por unos bandidos que lo asaltaron en la vía de Chartres.

Se desconoce la fecha de nacimiento de Carauno, su vida se localiza cronológicamente a lo largo del siglo V. Las referencias indican que nació en el seno de una noble familia romana, educado en la religión católica, Carauno desarrolló las virtudes de piedad y caridad, así que desde su juventud, deseaba con hacerse religioso.

A pesar de que su padre insistía en un matrimonio arreglado con una noble, Carauno se negó a esta unión y se refugió en la iglesia para seguir el camino religioso. Obtuvo el apoyo del obispo local y al poco tiempo se convirtió en diácono. Se dice que Carauno poseía dones de curación y diversos prodigios.

Al poco tiempo, Carauno sintió el deseo de dedicar su vida a la Palabra y llevar a todos los pueblos la verdad del Evangelio; con entusiasmo comenzó a visitar las provincias de Galias, convirtiendo a muchos para el cristianismo.

Cuando llegó al territorio de Chartrain, Carauno se encontró con un pueblo pagano, poco receptivo a la predicación, sin embargo, esto solo lo entusiasmó más para la misión evangelizadora. Consiguió el apoyo de los pocos cristianos que vivían en la localidad, y con su palabra, consiguió rápidamente progresar en su misión; al poco tiempo ya tenía discípulos que lo ayudaban en la predicación del evangelio.

En una ocasión, Carauno tuvo que emprender un viaje a París. Cuando seguía la ruta desde Chartres, fue asaltado por un grupo de bandidos paganos que lo asesinaron, lo decapitaron dejándolo al medio del camino. La leyenda cuenta que san Carauno tomó su cabeza decapitada y la llevó hasta el lugar donde sería sepultado, una fuente milagrosa en la que más tarde se construyó la abadía de Saint-Chéron (Chéron es el nombre de Carauno en francés) situada en el valle del Eure. Muchos milagros surgieron en este lugar, entre ellos, la curación del hijo del rey Clotario.

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