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Beato Antonio Julián Nowowiesjski

Beato Antonio Julián Nowowiesjski

El Beato Antonio Julián Nowowiesjski fue un religioso de la iglesia católica, mártir de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial. Este religioso fue nombrado obispo de Plock, continuó sus labores pastorales en medio de la amenaza del régimen nazi, hasta que fue encarcelado, sometido a tormentos y torturas, hasta que falleció en el campo de concentración.

Antonio Julián Nowojwieskski nació el 11 de febrero del año 1858 en Lubienic (Opatów) de Polonia. Creciendo en las costumbres cristianas decidió llevar una vida de servicio, por ello en su juventud ingresó al seminario de la diócesis de Plock en el año 1874.

Completó sus estudios en la Academia de Teología de Petersburgo donde se graduó formalmente y fue ordenado como sacerdote. De vuelta al seminario, comenzó a trabajar como profesor, vicerrector y rector de dicha escuela. Antonio Julián era un hombre dedicado al estudio de la Palabra, fiel apasionado de la Sagrada Liturgia, incluso dejó varios textos en relación a este tema.

En el año 1902, el padre Antonio Julián fue nombrado vicario de la diócesis de Plock y en el año 1908 lo consagraron como obispo. Su labor en este cargo fue extensa y abarcaba tanto los aspectos de la evangelización como administrativos. Con aprobación del papa Pío XI recibió el nombramiento de arzobispo en el año 1930; siempre mantuvo sus actitudes sencillas, humildes y entregadas a los fieles, procurando desarrollar la vida interior y recordando en las obras de caridad que promovía, lo importante que es hacer el bien a todos.

Cuando ocurrió la invasión de los alemanes en Polonia, a pesar de las amenazas, el padre Antonio Julián continuó sus labores, hasta 1940 cuando fue arrestado. Pasó un año recluido en Slupno, hasta que en 1941 lo trasladaron al campo de exterminio en Dzialdowo. Aquí los maltratos fueron tantos, y las torturas tan graves  que su salud se vio profundamente deteriorada. A pesar de ello, el padre Antonio Julián se mantuvo resiliente en la fe cristiana.

Profundamente debilitado, sin poder resistir más torturas, el padre Antonio Julián falleció en mayo de 1941. Su cadáver nunca fue recuperado. Fue beatificado el 13 de junio de 1999 junto a los 108 mártires polacos por el papa Juan Pablo II.

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