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San Pedro Fabro

San Pedro Fabro

San Pedro Fabro, sacerdote jesuita y compañero de San  Ignacio de Loyola

San Pedro Fabro fue un destacado sacerdote jesuita que vivió en el siglo XVI. Nació en 1506 en una familia humilde del pueblo de Villaret en Francia. Realizó estudios superiores de artes y teología en la Sorbona de París.

Fue en la Sorbona donde Fabro conoció a Ignacio de Loyola, con quien estableció una profunda amistad y juntos fundaron la Compañía de Jesús en 1534, siendo Fabro uno de los primeros jesuitas.

Vocación religiosa y misionera

Tras sus estudios, Fabro fue ordenado sacerdote en 1534. Poco después, Ignacio de Loyola lo envió como misionero por Europa para predicar y reformar la vida cristiana.

Fabro desarrolló su labor evangelizadora en países como Alemania, España, Portugal e Italia. Se destacó por sus dotes como predicador, su capacidad de discernimiento y consejo espiritual.

Muerte y legado

Tras años de intenso trabajo misionero, Fabro murió en Roma en 1546 a los 40 años de edad. Fue beatificado en 1872 y canonizado en 2013 por el Papa Francisco.

San Pedro Fabro dejó un gran legado por su participación en la fundación de la Compañía de Jesús y su predicación del Evangelio en la Europa de la Reforma protestante. Es un modelo de vida entregada al servicio de la Iglesia.

Aspectos clave de la vida de San Pedro Fabro

  • Nació en 1506 en Villaret, Francia.
  • Estudió en la Sorbona de París.
  • Conoció a Ignacio de Loyola con quien fundó la Compañía de Jesús.
  • Fue uno de los primeros jesuitas, ordenado sacerdote en 1534.
  • Realizó trabajo misionero en Alemania, España, Portugal e Italia.
  • Murió en Roma en 1546 a los 40 años.
  • Fue beatificado en 1872 y canonizado en 2013.

Labor evangelizadora de San Pedro Fabro

  • Predicó intensamente en Alemania, donde promovió la reforma católica.
  • Participó en la Dieta de Worms en 1540 junto a Carlo Borromeo.
  • Tuvo un papel clave en la fundación de la Universidad de Dillingen.
  • Predicó también en España, Portugal e Italia promoviendo la renovación espiritual.
  • Destacó por su don de consejo y discernimiento vocacional de personas.
  • Dejó un gran legado por su celo misionero en la Europa de la Reforma protestante.

San Pedro Fabro fue un gran modelo de vida sacerdotal entregada a la misión evangelizadora de la Iglesia en una época de grandes cambios y desafíos.

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