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San Félix de Gorpma

San Félix de Gorpma: ermitaño francés del siglo VII

San Félix de Gorpma fue un ermitaño católico francés que vivió en el bosque de Gorpma durante el siglo VII. Llevó una vida de penitencia y soledad, alcanzando fama de santidad. Es venerado como santo y su fiesta es el 11 de enero.

Biografía de San Félix de Gorpma

San Félix nació en algún lugar de Francia en el siglo VII. Poco se sabe de sus años juveniles o familia.

En algún momento de su vida adoptó la vocación de ermitaño, retirándose a vivir en solitud en el bosque de Gorpma, en el norte de Francia.

Vida eremítica

San Félix construyó una pequeña cabaña rústica en lo profundo del bosque, que fue su morada permanente. Pasaba los días en oración, ayuno y penitencia.

Pese a su aislamiento, alguna gente del lugar lo visitaba para recibir consejos o curaciones milagrosas, adquiriendo fama de santidad.

Muerte y veneración como santo

Según la tradición católica, San Félix murió de muerte natural alrededor del año 660. Fue enterrado cerca de su cabaña en el bosque.

Rápidamente comenzó a ser venerado como santo por los habitantes locales, que acudían a su tumba a pedirle intercesión celestial.

Con el tiempo se construyó una capilla en el lugar de su sepultura, centro de su culto como santo ermitaño.

Legado

San Félix de Gorpma dejó un ejemplo de vida totalmente entregada a la contemplación divina, el ayuno y la penitencia, en un aislamiento casi total del mundo.

Su estilo de vida eremítica causó gran admiración entre los fieles, que lo tomaron como un modelo de santidad.

Veneración litúrgica

La Iglesia incluyó su memoria en el santoral católico y estableció su festividad el 11 de enero, fecha en que se rememora la vida del santo ermitaño francés.

Su culto permanece vivo en Gorpma, lugar donde transcurrió su existencia consagrada a Dios en la soledad.

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