San Jorge es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo III. De origen romano, este santo fue un joven soldado, quien dadas sus grandes cualidades y carisma ascendió rápidamente hasta el cargo de tribuno. Sin embargo, cuando inició la persecución en contra de los cristianos, Jorge se confesó como seguidor de Cristo, y por esto recibió la corona del martirio.
San Jorge nació alrededor del año 275, en medio de una familia romana, su padre era un distinguido oficial del ejército romano llamado Geroncio y vivían en Policronia. Cuando su padre falleció, Jorge y su madre se mudaron a la ciudad natal de ésta, llamada Lydda (hoy en día corresponde a Lod), donde Jorge pudo recibir educación en la fe cristiana.
Cuando llegó la mayoría de edad, Jorge entró al ejército romano. Tenía muchas cualidades de servicio, por su inteligencia y carisma, rápidamente ascendió en los puesto en el ejército hasta convertirse en tribuno y comes, fue entonces destinado a Nicomedia para ser guardia personal del emperador Diocleciano (285-305).
Cuando este emperador en el año 303 emitió el decreto de persecución de los cristianos en todo el imperio romano, el joven Jorge también recibió las órdenes de ejecutar esta misión, ante lo cual se negó y confesó su fe cristiana. El emperador Diocleciano ordenó su prisión de inmediato, y pidió que fuese torturado hasta que renegara de su fe. No obstante, Jorge permaneció firme y finalmente fue condenado a muerte.
San Jorge fue decapitado en las murallas de Nicomedia el 23 de abril del año 303. Su cuerpo fue recuperado por cristianos piadosos que los trasladaron a Lydda para su entierro. Con su valentía, San Jorge conquistó para la fe muchos corazones, se dice que el día de su ejecución, una emperatriz pagana y una sacerdotisa también se convirtieron y fueron ejecutadas.
San Jorge fue canonizado por el papa Gelasio I en el año 194, comenzó a ser venerado a partir del siglo VI, alcanzó gran popularidad durante la época de las cruzadas entre los siglo XI y XII.