Saltar al contenido

Beato Egidio de Asís

El Beato Egidio de Asís fue un religioso de la iglesia católica quien vivió durante el siglo XIII. Fue uno de los primeros discípulos de San Francisco de Asís, lo siguió en la misión de la Orden de los Hermanos Memores, realizó varias peregrinaciones con la simplicidad y la fe necesaria para lograr la conversión de muchos fieles en la región de Perusa de la Umbría en Italia.

Egidio nació en Asís, en medio de una familia de humildes campesinos cristianos. Desde sus primeros años de vida se caracterizó por ser humilde, fiel, sencillo y dedicado al servicio del  prójimo. Quiso ser religioso, y por ello empezó a viajar a hacer peregrinaciones en diferentes regiones europeas, estuvo en Santiago de Compostela, en el Monte Gargano, también visitó la Tierra Santa y llegó incluso a poblaciones en África.

Al mismo tiempo que peregrinaba, se ganaba la vida con los trabajos más humildes: recogía leña, cargaba agua, ayudaba a las personas por algunas cuantas muestras de caridad, así como se dedicaba a la contemplación y la oración durante las noches.

En el año 1203 en el día de San Jorge, Egidio realizó una oración en la iglesia en honor al santo, y luego partió a la región de Porciúncula donde se encontró con san Francisco de Asís; este momento cambió el rumbo de su vida, pues se hizo su discípulo y fiel compañero en las tareas apostólicas.

Junto a san Francisco, Egidio recorrió diversas localidades en predicación, luego san Francisco lo envió al norte, centro y sur de Italia junto con su otro discípulo Felipe, soportando hostilidades del pueblo así como las calamidades del invierno, pues eran tiempos difíciles para los hermanos franciscanos.

Egidio tenía la particularidad de que en cada una de sus predicaciones acompañaba su palabra con diversos proverbios. Luego del fallecimiento de San Francisco, Egidio pasó los últimos años de su vida en los eremitorios de la región de Umbría, especialmente en el de Monterípido, donde falleció el 23 de abril del año 1262.

Su culto fue aceptado por el papa Pío VI el 4 de julio de 1777.

Configurar