San Felipe Neri es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo XIV. Este religioso llegó a ser conocido como “el Apóstol de Roma”, dedicado a la espiritualidad, la promoción de la educación, la fe y las artes, además, fue el fundador de la Congregación del Oratorio.
Filippo Romolo de Neri, por su nombre en italiano, nació en el año 1515 en la ciudad de Roma. Era hijo de un distinguido notario de Florencia, Francisco de Neri, y su familia gozaba de buena posición social.
Cuando aún era un niño, perdió a su madre, entonces su padre que tenía una gran amistad con los frailes dominicos, confió la educación de Felipe a estos religiosos, de donde el niño adquirió gran influencia en el Monasterio de San Marcos de Florencia.
Más tarde, Felipe comenzó a estudiar humanidades y negocios, cerca de Montecasino, donde tuvo la oportunidad de frecuentar una pequeña capilla de los hermanos benedictinos donde adquirió la experiencia suficiente para desenvolver su vocación religiosa. Así en 1533 se trasladó a Roma, donde trabajaba como maestro de los hijos de un aduanero florentino, al mismo tiempo que estudiaba filosofía y teología en la escuela de los Agustinos; en esos días, también desarrolló un sentido artístico que le llevó a escribir poesías.
En el año 1548, Felipe fundó la Confraternidad de la Santísima Trinidad, junto con el confesor Persiano Rosa; esta institución se dedicaba a atender de los peregrinos convalecientes, a los enfermos y a los pobres.
En 1551 se ordenó como sacerdote e ingresó en la comunidad de San Girolamo de Roma, donde se dedicaba a escribir himnos y oraciones, los cuales se hicieron tan populares en la lengua vernácula, que llevaron a la construcción en la iglesia de un oratoria para los numerosos asistentes que se presentaban. Así este oratorio se transformó en un centro de actividades con un programa de música religiosa donde también se predicaba.
En el año 1564 y hasta 1575, San Felipe Neri fue nombrado rector de la iglesia de San Giovanni, para donde llevó su trabajo eclesiástico con músicas y fundó un nuevo oratorio, el cual creció y se constituyó como Congregación del Oratorio, la cual comenzó a expandirse rápidamente hasta que en 1575 fue reconocida por el papa Gregorio XIII.
San Felipe permaneció en San Girolamo hasta el año 1583, cuando se traslada a Santa María de Vallicella y continua en labores hasta 1593, siendo antes, en 1590 fue nombrado cardenal por Sixto V.
En los últimos años de su vida, enfermó gravemente, falleciendo el 26 de mayo del año 1595. Su obra fue tan comentada y sucedieron tantos milagros en su nombre que en el año 1615 fue beatificado por el papa Pablo V y canonizado por Gregorio XV en 1622.