San Eadberto es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo VII. Fue religioso sabio y caritativo, sucedió a San Cutberto en la diócesis de Lindisfarme, llevando un mandato ejemplar, interesado en el bienestar de toda la comunidad y en especial en el auxilio a los pobres.
Pocos detalles tenemos sobre los primeros años de vida de san Eadberto. Posiblemente nació en la primera mitad del siglo VII en Lindisfarme o alguna región de Northumbría en Inglaterra. Al incorporarse a las labores eclesiásticas en su juventud, fue ayudante y discípulo del obispo de san Cutberto.
En el año 688, tras quedar la sede de Lindisfarme vacante, san Eadberto fue proclamado como Obispo, dirigiendo por once años, hasta el día de su muerte, esta diócesis, la cual brilló especialmente durante su gobierno.
San Cutberto promovió la restauración de la gran catedral de madera de San Finiano, haciéndola recubrir con plomo. También, promovió el sentido de la caridad cristiana destinado la décima parte de las rentas de la iglesia para las limosnas y obras de piedad para los necesitados.
El obispo Cutberto además, era un gran conocedor de las Escrituras, sabio por sus consejos, y cuidadoso de la observancia de los preceptos divinos, muchos acudían a él en busca de consejos y dirección. En dos épocas al año, el obispo se retiraba a una pequeña isla donde pasaba cuarenta días en oración y meditación.
Cuando las reliquias de San Cutberto se encontraron incorruptas, san Eadberto mandó a colocarlas en un relicario y exponerlas para la veneración de los fieles, sin embargo, cuando se encontraba en estos preparativos, fue atacado por un mal mortal, falleciendo en el año 698. Su cuerpo se enterró en la antigua tumba de san Cutberto. Es venerado como santo en varias diócesis de la región, en especial en Hexham.