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San Anselmo de Canterbury

San Anselmo de Canterbury

San Anselmo de Canterbury es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo XI. Aunque nació en la casa de una distinguida familia, Anselmo guardaba desde la infancia el deseo de servir a Dios; tuvo que enfrentarse a la oposición de su padre, para ingresar al monasterio de la orden Benedictina, donde se destacó por sus virtudes y conocimientos. Llegó a ser arzobispo de Canterbury, así como un importante teólogo y filósofo considerado como Doctor de la Iglesia.

Anselmo de Canterbury, también conocido como Anselmo Aosta nació en esta comunidad en el año 1033. Era hijo del gobernador local Gandulfo y el nombre de su madre era Ermemberga. Creció en una casa de noble familia, teniendo el acceso a la mejor educación, y en términos de religión, su madre se encargó de que recibiera instrucción con los hermanos benedictinos.

Así fue como Anselmo en su juventud, manifestó el deseo de ser monje en esta congregación. Sin embargo, su padre se opuso con tal firmeza que Anselmo tuvo que resignarse y continuar con sus labores nobles, aunque en su corazón nunca dejaría de sentir tales inclinaciones religiosas.

Cuando cumplió 22 años de edad, la madre de Anselmo falleció. Este evento fue decisivo para que el joven se decidiera a escapar en secreto del castillo en Aosta y viajar hasta Francia y Normandía, donde finalmente se hizo monje en la abadía de Le Bec bajo la dirección de san Lanfranco de Canterbury en el año 1059.

Anselmo se ordenó como sacerdote en el año 1060 y posteriormente fue electo como prior y abad de la comunidad de Le Bec en 1078. En su labor, Anselmo se destacó por ser un gran predicador y promotor de reformas de disciplina en la vida monástica. Dejó varios textos eclesiásticos de colección, tales como Monológion, y Proslógion, unos de sus más famosos escritos filosóficos y teológicos que lo hicieron merecedor del título de Doctor de la Iglesia. Igualmente, Anselmo fue un gran defensor de la devoción a la Inmaculada Concepción.

En el año 1093, san Anselmo fue nombrado como obispo de Canterbury. Su papel en la diócesis fue crucial para defender la libertad de la iglesia. En el año 1102 consiguió la aprobación en el concilio nacional de Westminster una resolución que prohibía la esclavitud.

San Anselmo de Canterbury llevó una vida entera de servicio. Falleció en Canterbury en el año 1109. Fue canonizado por el papa Alejandro III en 1163.

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