San Anastasio Hegúmeno es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo VII. Fue un religioso ejemplar, conocido por ser un gran defensor de la doctrina cristiana ortodoxa que era frecuentemente amenazada por las herejías en dicha época. Entre su legado dejó una colección de textos eclesiásticos que recuerdan los deberes cristianos y el cumplimiento de las leyes de Dios.
San Anastasio Hegúmeno, también es conocido como “Anastasio el Sinaíta”. Se le considera uno de los escritores religiosos más importantes y “Padre de la Iglesia”. Posiblemente nació a mediados del siglo VII, creciendo con los valores cristianos que despertaron en él la vocación de rectitud y de servicio, ingresó al Monte Sinaí cuando el abad San Juan Clímaco dirigía esta comunidad.
Conforme pasaban los años, Anastasio de dedicaba al estudio de las Sagradas Escrituras, llegando a ser un sabio escritor de muchos textos eclesiásticos. Fue nombrado abad del monasterio de Monte Sinaí.
Una de sus principales misiones fue la de defender la iglesia ortodoxa en contra de dos herejías que habían ganado terreno en la época, como las concepciones monofisita y monotelita. Ambas herejías fueron condenadas en el año 681.
Entre las obras que dejó San Anastasio abad se han conservado un tratado sobre las herejías, el relato comentado de la Creación, instrucciones para las Homilías y texto sobre la Participación en la Eucaristía de los fieles. San Anastasio explicaba que no bastaba con ir a la iglesia y prestar honor a las Sagradas Imágenes, era necesario que el hombre se limpiara de sus pecados a través de la confesión y la penitencia, entregándose a la redención con humildad en el corazón.
San Anastasio hegúmeno falleció posiblemente entre el año 690 y el año 700. Se recuerda su memoria en el martirologio romano del 21 de abril.