Recordar a todos los santos cuya fiesta se celebra el 2 de enero es importante porque nos conecta con la rica tradición de la Iglesia y nos ayuda a comprender la diversidad de personas y épocas que han contribuido a la difusión de la fe cristiana. Cada santo tiene una historia y un legado único que pueden inspirar a los fieles en su camino espiritual.
Además, la memoria de los santos es una forma de reconocer la presencia continua de Dios en nuestras vidas y en la historia de la humanidad. Al honrar a los santos, también nos unimos a la comunidad de fieles en todo el mundo que buscan crecer en su fe y devoción. En última instancia, recordar a los santos es una forma de celebrar la vida y la gracia de Dios en nuestras vidas y en el mundo.
