Santa Emmelia o Emilia es una santa de la iglesia católica, esposa del cristiano Basilio y madre de San Basilio Magno, vivió durante el siglo IV. Esta devota cristiana llevó una vida ejemplar, descendiente de mártires y madre de grandes figuras religiosas, durante toda su vida fue fiel creyente del Señor, y hacia el final de sus días se dedicó a servirle en un monasterio.
Emilia o Emmelia nació en Cesarea, a mediados del siglo IV, en el seno de una familia cristiana fiel y creyente. Se dice que su padre fue una víctima del régimen romano al morir mártir por su fe; este hecho marcó profundamente la vida de Emmelia que fortalecería aún más su fe y sus buenas conductas en Cristo.
Más tarde, se trasladó a la Costa del Mar Negro donde conoció a su esposo, un joven cristiano llamado Basilio que era natural del Ponto, una provincia romana en Asía menor y que al igual que Emmelia, había tenido que mudarse, huyendo de la persecución contra los cristianos desencadenada por Galerio.
Emmelia y Basilio (referido como San Basilio el viejo) se casaron y tuvieron un matrimonio bendecido con nueve hijos, en los que destacan nombres de figuras famosas en el catolicismo: Santa Macrina la joven, San Gregorio de Nisa, San Basilio Magno, y Pedro de Sebaste.
Emmelia vivió una vida cristiana ejemplar; estando de edad avanzada, fundó junto a sus hijos, Pedro y Macrina, un monasterio donde pasó los últimos años de su vida en oración, y en la práctica de obras de caridad para el servicio de los hermanos. Santa Emmelia falleció en dicho monasterio en mayo del año 375.
La fama de Santa Emmelia es conocida entre las iglesias orientales, tales como la de Rusia y la de Grecia, en donde se recuerda su memoria el 30 de mayo, junto a la de su esposo San Basilio el viejo.