San Pedro, abad
San Pedro abad es un santo de la iglesia católica de origen italiano, desde su juventud profesaba una vida ejemplar, monástica y austera, fue escogido por sus virtudes para ser Obispo de Policastro, aunque luego de una excelente gestión, regresó al monasterio de la Cava el cual dirigió durante un período de gran bienestar, para vivir en disciplina, oración y observancia. Vivió durante el siglo XII.
Su nombre era Pedro Pappacarbone, nació a mediados del siglo XI en la región de Salerno en Italia. Su familia era de fieles devotos cristianos; su tío fue San Alferio, quien había fundado el monasterio de la Cava. Desde joven se decidió a asumir el compromiso de una vida religiosa y llevar una conducta santa, por ello ingresó al monasterio de la Cava bajo la orientación del abad San León.
A pesar de ser tan joven, Pedro daba ejemplo de obediencia, caridad y virtudes cristianas para los hermanos de la comunidad. Pedro escuchó a hablar de la abadía de Cluny, y conversando con sus superiores, obtuvo el permiso para dirigirse a ella. Cuando llegó, los monjes dudaron en aceptarlo, ya que era muy joven, pero san Hugo les confesó que Pedro tenía una vocación admirable y dones espirituales maduros para permanecer en la abadía.
Con sus acciones, el joven Pedro demostró que estaba en el camino correcto para ser instrumento de Dios. Estudió en Cluny durante seis años, y posteriormente se trasladó a Italia, con el permiso de San Hugo. En roma, conoció al archidiácono Hildebrando, que sería el futuro papa Gregorio VII.
Más tarde, Pedro fue consagrado como el primer Obispo de la diócesis de Policastro. Permaneció en funciones durante algún tiempo, pero sentía que su deber era regresar al retiro en la vida monástica. Así, con la autorización de sus superiores, san Pedro se separó del cargo y regresó al monasterio de la Cava donde encontró al anciano abad León quien lo convirtió en su sucesor.
Los hermanos de la comunidad sintieron la dureza de la obediencia que imponía San Pedro aprendida en Cluny, por ello comenzaron a protestar. El abad Pedro para evitar conflictos, se retiró a otro monasterio, por un tiempo corto, ya que los monjes arrepentidos lo buscaron y el regresó. Durante su mandato se rescataron las normas y la disciplina del monasterio, y reino un gran clima de prosperidad. Se organizaron misiones para ayudar a los enfermos y a los pobres, la abadía se reformó para hacerla más grande, y se construyó una nueva iglesia.
San Pedro murió en el año 1123 con fama de santo. Fue canonizado en el año 1893 por el papa León XIII.