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Beata Plácida (Eulalia) Viel

Beata Plácida (Eulalia) Viel

La beata Plácida Eulalia Viel fue una religiosa de la iglesia católica que consagró su vida al servicio de Cristo, vivió durante el siglo XIX. De su tía tomó el ejemplo para seguir los pasos de la vida religiosa, y con admirable dedicación y una gran vocación de servicio, llegó a ser superiora en la Congregación de las Escuelas Cristianas de la Misericordia.

Su nombre era Eulalia Victoria Jacqueline Viel nació el 26 de septiembre del año 1815 en Normandía (Francia). Era la menor entre ocho hermanos, sus padres eran cristianos bondadosos que se ganaban la vida en labores del campo. Eulalia pudo solo estudiar los primeros años de la escuela primaria debido a las condiciones de su familia, sin embargo, aprendió valores de castidad, humildad y servicio, todos necesarios para servir a Cristo.

Cuando tenía 17 años de edad, recibió la visita de su tía, quien era religiosa del convento de Santa María Magdalena Postel, en Saint-Sauveur-le-Viconte. Esta experiencia llevó a Eulalia a decidirse por tomar los hábitos en dicha comunidad, y así pasó a tomar el nombre de Plácida.

La superiora Postel, era una mujer piadosa de edad avanzada, que al conocer a la joven Plácida sintió que sería su sucesora. Por ello, Plácida estudió dos años de noviciado, y comenzó a tomar cursos en la escuela normal de Argentan, donde se formó como profesora. También aprendió deberes administrativos y de organización, y fue enviada por la superiora para la fundación de nuevas casas.

Con 5 años de religiosa, Plácida fue designada como maestra de novicias. Luego fue enviada a París en una campaña para recoger fondos para la recuperación de la iglesia de la abadía de Saint-Sauveur.

La superiora, santa María Magdalena Postel, falleció el 16 de julio del año 1846. En su lugar fue electa Plácida para sustituirla, y tuvo que enfrentar las hostilidades de algunas compañeras entre ellas su tía, haciéndole un difícil gobierno por 10 años.

Entre sus primeras acciones, Plácida tuvo que viajar por Francia para recaudar fondos y apoyar los demás conventos de la congregación; buscó intensamente que dicha comunidad fuera reconocida. Por 30 años, la madre Plácida dirigió como superiora general y bajo su gobierno la congregación fue próspera y se expandió rápidamente con orfanatos, talleres y escuelas gratuitas, entre ellos, el famoso orfanato del Sagrado Corazón de María en París en el año 1877.

También consiguió la reconstrucción de la iglesia de la casa matriz de la congregación. Dejó como legado más de 36 colegios para niñas pobres en el territorio de Normandía, entre otras labores destacables. Falleció el 4 de marzo del año 1877, con 72 años de edad. Fue beatificada por el papa Pío XII en 1951.

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