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Beato Humberto de Saboya

Beato Humberto

El Beato Humberto de Saboya fue un conde católico de dicha región francesa. Fue educado en la fe cristiana y desarrolló tal vocación que quiso llevar una vida monástica, sin embargo, tuvo que suceder a su padre en los asuntos del gobierno, los cuales condujo con sabiduría y organización. Hacia el final de su vida se retiró para cumplir con fidelidad la práctica de la austeridad y la contemplación a Dios.

Humberto III de Saboya, es conocido como “el santo” o “el desiderato”. Nació en el 4 de agosto del año 1136 en el Castillo de Avigliana. Pertenecía a la casa de los condes de Saboya, siendo el hijo mayor de Amedeo III. Fue educado en los valores y principios cristianos, tanto que durante su juventud admiraba el servicio de los monjes y esperaba poder unirse a este estilo de vida de contemplación y servicio.

Su padre Amedeo III participó en la II cruzada. En un viaje que realizaba a Génova por barco, Amedeo falleció en la isla de Chipre en el año 1149. Entonces Humberto debió de sucederlo en el trono, pasó a ser Humberto III, contando con el apoyo del obispo de Lausana Amedeo d’Hauterive, quien era un monje cisterciense amigo de su padre.

Durante su mandato, Humberto debió enfrentar varios contratiempos en los territorios de Turín alrededor del año 1150. Fueron tiempos difíciles para la casa de Saboya, pues tuvieron que enfrentarse a Federico Barbarroja. Humberto III en unidad con otros nobles de la región le hicieron frente al ejército invasor, logrando escapar de esta amenaza.

Fueron años turbulentos, a pesar de ello, Humberto se mantuvo firme en la fe en Cristo para que iluminase sus acciones de mandato, y así consiguió conservar los territorios del Valle de Susa y el Valle de Aosta, otras regiones en cambio se perdieron en medio de rebeliones locales y guerras.

Humberto también tuvo que hacerles frente a algunos obispos que se oponían a sus decisiones, principalmente el obispo de Turín y en el Valle de Aosta. Federico Barbarroja atacó por segunda vez  en el año 1188, y esta vez logró saquear la ciudad de Saboya.

Humberto buscó apoyo en los reyes de Francia e Inglaterra, a través de la unión matrimonial consiguió la ayuda de estos reinos para recuperar sus tierras. Algunos documentos afirman que Humberto se casó 4 veces teniendo varios descendientes.

En los años finales de su vida, luego de cuarenta años de gobierno en Chambery, se retiró a la vida eremítica, y falleció con 52 años de edad el 4 de marzo del 1189. Su cuerpo se sepultó en la abadía de Altacomba, donde se había retirado a vivir en la austeridad.

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