San Francisco Caracciolo es un santo de la iglesia católica quien vivió en el siglo XVI. Este presbítero fue el fundador de la Orden de los Clérigos Regulares Menores, por encargo divino, dedicándose en vida a cumplir con una regla de austeridad penitencia y oración que lo hicieron admirable ante sus hermanos, ante el prójimo y antes Dios.
Francisco Caracciolo nació el 13 de octubre del año 1563, era su nombre de bautismo Ascanio. Vivía en la región de la Vila Santa María de Abruzos en Italia con sus padres quienes eran católicos.
Cuando cumplió los 22 años de edad, comenzó a padecer de una extraña enfermedad de la piel semejante a la lepra que parecía ser incurable. Entonces, Francisco se entregó a Dios, prometiendo consagrar su vida al apostolado si Dios lo sanaba.
Cuando recibió el milagro de la curación, Francisco decidió cumplir con su palabra e ingresar a cursar estudios de seminarista. Fue ordenado sacerdote en Nápoles y se unió en seguida a un grupo que prestaba asistencia a los presos.
En el año 1558, por equivocación o por voluntad divina, el padre Francisco recibió una carda de un apóstol llamado Juan Adorno que tenía la idea de fundar una comunidad religiosa que proponía pasar mitad del día en oración y mitad del día e penitencias.
San Francisco tuvo respuesta a sus plegarias y junto a Juan de Adorno, que por retiro espiritual, lograron la fundación de los Clérigos regulares. La comunidad también pasó a llamarse de mismo modo. Esta congregación fue aprobada por el papa Sixto V
San Felipe parecía tener dones además de curaciones, con apenas la señal de la cruz podía restaurar la salud.
Desde 1607 pasó a llevar una vida de retiro. San Felipe falleció el 09 julio, como un presagio; fue cuando termina el concilio de Trento y es también el año de su nacimiento en la región de los Abruzos,
Murió el 4 de junio del año 1608. Tenía apenas 44 años. Su cuerpo, después de muerto despedía suaves fragancias que por tres días llenaron aquel recinto.
Fue canonizado en 1807.