San Ángel de Sicilia es un santo de la iglesia católica quien vivió en el siglo XIII. Este religioso era de una familia de judíos conversos; desde su juventud se dedicó al estudio del catolicismo, se hizo hermano de Monte Carmelo donde vivió como ermitaño por varios años, hasta la constitución de la orden cuando comenzó a trabajar como predicación. Fue asesinado a traición por unos herejes.
Ángel nació en la segunda mitad del siglo XII en Jerusalén, sus padres eran judíos quienes se habían convertido al cristianismo. Desde su juventud fue un joven piadoso y caritativo, se dedicó a los estudios religiosos y dominaba tres idiomas: hebreo, griego y latón. Cuando su hermano gemelo falleció, Ángel decidió llevar una vida de servicio y se unió a la Orden de los hermanos Carmelitas en el monasterio de Monte Carmelo en Palestina.
Los primeros años de su formación los vivió a través de una vida eremítica y solitaria. Cuando la orden Carmelita se reformó para el servicio de la predicación, san Ángel viajó a Roma, donde recibió el encargo del papa Honorio III de dirigirse a Sicilia para predicar contra los herejes, los cátaros, que se habían apoderado de la isla.
Con su predicación se dice que San Ángel logró la conversión de más de 200 fieles, muchos de ellos judíos. No obstante, los herejes planearon su venganza, San Ángel fue asesinado a traición de cinco puñaladas por la espalda a manos de un grupo de herejes en el año 1225.
En el lugar de su muerte más tarde se edificó una iglesia y su sepulcro rápidamente fue un popular sitio de peregrinación. Desde el año 1456 la Orden de los Carmelitas venera a San Ángel, siendo su culto aprobado por el papa Pío II en el año 1459. En el siglo XVII (1662) los restos de san Ángel se trasladaron a la iglesia de los Carmelitas en Licata. Su culto se expandió por toda la orden, y junto con San Alberto de Trapani, se les considera padres de la Orden de los Carmelitas ya que son los dos primeros santos de esta orden.
San Ángel es considerado patrono de varias diócesis en Sicilia.