Hoy recordamos y honramos a todos los santos cuyas fiestas se celebran el 11 de junio. A través de sus vidas, estos hombres y mujeres nos enseñan el camino hacia la santidad y nos invitan a seguir su ejemplo de amor y servicio a Dios.
Su memoria y su intercesión son una fuente de inspiración y fortaleza en nuestra vida diaria, y nos recuerdan que siempre podemos contar con su ayuda en nuestra búsqueda de Dios. Que su recuerdo nos anime a seguir su ejemplo y que su intercesión nos acompañe en todo momento.