La festividad del 21 de julio nos invita a recordar a aquellos santos cuyo legado ha sido una fuente de inspiración y guía para los creyentes. Celebrar esta fecha nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre su vida y enseñanzas, y de encontrar en su ejemplo una fuente de inspiración para nuestro propio camino de fe.
Además, la festividad nos invita a la oración y a la comunión de los creyentes, y nos une a la comunidad de los cristianos de todo el mundo en la celebración de la vida y el legado de aquellos que han dejado una huella en nuestra historia de fe.
