San Eutropio de Orange es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo V. Era un hombre de origen noble que después de llevar una vida mundana, se reformó totalmente, y al enviudar se transformó en un servidor de Cristo sin mancha, rescatando la diócesis de Orange de un clima de desesperanza.
San Eutropio nació en la primera mitad del siglo V, era natural de Marsella. De origen noble, había llevado una vida de vicios y despreocupaciones en su juventud. Sin embargo, contrajo matrimonio con una piadosa mujer cristiana que lo acercó a la religión. Al enviudar, Eustaquio se dedicó a cultivar esta fe en Jesucristo y recibió las órdenes sagradas como diácono.
Su conversión fue bendecida con gracias y dones, Eutropio se dedicó a la oración, la penitencia y el ayuno, siendo ejemplo de disciplina para el clero y los fieles. Fue electo como obispo de Orange en la Provenza para ser el sucesor de San Justo. Llegó a ser amigo del papa Hilario y de San Fausto de Riez, con quienes intercambió cartas de apoyo y consejo.
San Eutropio como obispo participó del sínodo de Arlés en el 436 y en el 475. En aquel tiempo, los visigodos atacaron la sede de Orange y dejaron estas tierras en ruinas y asoladas. Eutropio tuvo miedo y quiso huir de la responsabilidad, sin embargo, escuchó la voz de sus consejeros que le instaban a cumplir su deber con fe en Dios.
Así, el obispo Eutropio se dedicó a trabajar por su grey para hacer prosperar la diócesis, con piedad y paciencia atendiendo a todos los necesitados, procurando fortalecer la fe y la confianza en Dios.
Su muerte no está clara, algunos indican que podría haber sido martirizado tras una nueva invasión de los visigodos. Posiblemente falleció hacia el año 475. Las reliquias de San Eutropio se sepultaron en el altar de la Capilla de Santa María Magdalena del Oratorio de Londres.