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San Bruno de Wurzburgo

San Bruno de Wurburgo

San Bruno de Wurzburgo es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo XI. Este religioso descendiente de una familia noble dedicó su vida a seguir la carrera eclesiástica, promovió una reforma entre los miembros del clero, además era gran conocedor de las Sagradas Escrituras, dejando muchos libros de interpretación y reflexión. Utilizó la fortuna de su familia para fundar nuevas iglesias y fue consejero de reyes.

Bruno de Wurzburgo nació a finales del siglo X. Era hijo del duque de Carintia, Conrado, y la baronesa Matilde, quien era sobrina de San Bruno Bonifacio de Querfurt, el segundo obispo de Prusia. En honor a este santo pariente, Bruno recibió su nombre.

Desde joven sintió inclinaciones por la carrera eclesiástica, estudiando teología y las Sagradas Escrituras con esmero. Para el año 1033 fue consagrado como obispo de Wurzburg, diócesis que dirigió con sabiduría por 11 años. Entre sus obras estuvo la construcción de la catedral de San Kilián, una magnífica obra en la que el obispo gastó el patrimonio de la familia.

También, el obispo San Bruno era fiel conocedor de los textos eclesiásticos, incluso escribió varios comentarios en relación a la Sagrada Escritura, al Padre Nuestro, al Credo de los Apóstoles, entre otros textos religiosos.

San Bruno era admirado por su erudición, por ello los emperadores Conrado II y Enrique III lo tomaron como su consejero. El obispo Bruno acompañó a Conrado II hasta Italia ya que había tenido una visión de San Ambrosio de Milán que pedía que el emperador levantase el sitio de Milán.

Así mismo, viajó con Enrique III a la campaña contra los húngaros en el 1045. Sin embargo, no fue un viaje victorioso. Al regreso de este, los viajantes pasaron la noche en el castillo de Bosenburg que estaba situado a orillas del Danubio, en la actualidad en Ips de Austria superior.

Cuando estaban cenando, el techo del comedor se derrumbó. Mientras que Enrique III salió ileso, el resto de los acompañantes fueron heridos de gravedad o aplastados. San Bruno salió gravemente herido, falleciendo una semana más tarde, en mayo de 1045. Su cuerpo se sepultó en la basílica que él había construido en Wurzburg.

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