San Arigio de Gap es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo VI. Fue un religioso obispo de la diócesis de Gap quien se dedicó con paciencia y fortaleza a combatir los vicios que infestaban las comunidades religiosas, como la simonía; además apoyó las labores misioneras de los monjes enviados a Inglaterra, y fue amigo cercano del San Gregorio Magno.
Arigio nació posiblemente en el año 535, en Chalon-sur-Saone (Francia), era miembro de una distinguida familia galorromana, donde aprendió la religión católica. Creciendo en la fe y en las virtudes, Arigio decidió hacerse religioso, comenzó sus estudios en Grenoble, y fue ordenado sacerdote, ejerciendo sus primeras labores en las diócesis de Trieves y Gap.
En el año 574 fue consagrado como obispo de la diócesis de Gap, donde ejercicio un trabajo pastoral admirable, combatiendo enérgicamente la simonía. Así también, apoyó y favoreció el trabajo de los monjes evangelizadores ingleses.
Algunas historias relatan prodigios en la vida de San Arigio. Una de estas leyendas cuenta que alrededor del año 605, cuando el santo de encontraba regresando de Roma, al pasar por Montgenevre en medio del bosque salió un oso que hizo huir a los bueyes que tiraban del carruaje. Entonces el obispo Arigio ordenó al animal que tomase el yugo que llevaban los bueyes y tirase del carruaje. El oso de manera dócil obedeció y san Arigio regresó a su diócesis en Gap en un carruaje tirado por un oso. Más aún, se dice que el oso luego se escondió en el bosque, y que volvió a aparecer el día que enterraron al obispo.
Por otro lado, San Arigio fue amigo cercano de San Gregorio Magno, con quien mantuvo contacto a través de cartas de las cuales algunas se conservan hasta hoy. Fue un obispo ejemplar que supo reformar su diócesis y rescatar la moral y los buenos valores.
San Arigio falleció en el año 614. Fue canonizado el 9 de diciembre del año 1903 por el papa Pío X