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San Amador de Auxerre

San Amador de Auxerre

San Amador de Auxerre es un santo de la iglesia católica quien vivió durante el siglo IV. Fue un religioso caritativo y bondadoso, que en su diócesis se empeñó por librar a los fieles de las supersticiones de los paganos, reformar las costumbres religiosas, e incluso criticar para corregir a los gobernantes; en los últimos años de su vida quiso retirarse a la vida de eremítica. También promovió el culto a los santos mártires.

Amador nació en el año 344 aproximadamente, en la casa de una distinguida familia de Auxerre. Desde su juventud aprendió la fe cristiana y quiso dedicarse a una vida simple y contemplativa. Sin embargo, sus padres habían arreglado su matrimonio con una rica heredera de nombre Marta.

El día de la ceremonia, el obispo Valeriano que debía celebrar la unión, en lugar de leer la bendición nupcial, recitó la fórmula de la ordenación de los diáconos, se desconoce si fue por error ya que el obispo era de edad avanzada o por intervención divina para cumplir los deseos de los jóvenes.

Apenas el novio y la novia se dieron cuenta de la confusión, por ello decidieron acordar llevar una vida de abstinencia y de santidad. Poco tiempo después, Marta se retiró a vivir en un convento, mientras que Amador continuó sus estudios religiosos para hacerse sacerdote.

En el año 386, Amador fue consagrado como obispo de Auxerre, un cargo que ejerció con rectitud, corrigiendo a los paganos con disciplina y mostrando la verdad de la fe católica. Realizó muchos milagros y prodigios, además de fundar varias iglesias.

Por criticar las costumbres paganas del gobernante de Auxerre, Germán, el obispo Amador tuvo que dejar la ciudad bajo amenazas de muerte. Después de reconciliarse, el propio Germán hecho cristiano se convirtió en su sucesor como obispo de Auxerre. San Amador se retiró a una vida de contemplación, falleciendo en la catedral de Auxerre en el año 418. Su cuerpo se sepultó en el cementerio de la carretera de Entrains.

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