La importancia de los santos y su veneración en la Iglesia Católica
Los santos tienen un papel muy relevante dentro de la doctrina y la devoción católica. La Iglesia reconoce a determinadas personas que vivieron de manera ejemplar las bienaventuranzas como modelos de fe. Una vez canonizados, los fieles católicos pueden venerarlos e invocar su intercesión.
Los santos están considerados como amigos y modelos de vida cristiana. Encarnaron las enseñanzas de Jesús a través de la caridad heroica, la defensa de la justicia, la promoción de la paz y la alegría evangélica. Su ejemplo muestra que la santidad es posible para todos los bautizados.
Cada santo tiene una historia y características propias, plasmadas en sus virtudes heroicas y carismas particulares. Por eso se les venera y se les pide intercesión de acuerdo a sus atributos. Por ejemplo, se invoca a santa Rita por causas imposibles, a san Peregrino por el cáncer, o a santa Teresa de Ávila por dolencias físicas.
Aunque con diferencias, la Iglesia venera por igual a todos los santos como amigos de Dios. Sin embargo, reconoce diferentes categorías como los mártires, confesores, vírgenes, doctores o padres de la Iglesia. También otorga títulos honoríficos como patrón de una causa o lugar.
En definitiva, la devoción a los santos forma parte esencial de la vida sacramental de la Iglesia Católica. Su veneración está orientada siempre a imitar sus virtudes y solicitar su cercana intercesión ante Dios, único dador de santidad.