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Fe y consuelo: Fiesta en honor a Nuestra Señora de la Consolata

Celebración de la fiesta patronal en honor a Nuestra Señora de la Consolata

Cientos de fieles provenientes de distintos puntos del centro del país se congregaron en la localidad cordobesa de Sampacho para celebrar con fervor la festividad en honor a Nuestra Señora de la Consolata. Bajo el lema «María nos regala su consuelo, caminemos juntos a su encuentro», la comunidad se unió en esta ocasión especial.

La celebración fue presidida por el obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, quien destacó la importancia de la Virgen María en la vida de las personas, la comunidad y el país en su discurso principal.

Durante los diez días de la novena patronal, el santuario dedicado a la Virgen de la Consolata se convirtió en un centro de peregrinación, donde los devotos se congregaron para honrar a su patrona. La culminación de esta festividad se llevó a cabo el pasado 20 de junio con una emotiva ceremonia central.

El presbítero Osvaldo Leone, párroco del santuario mariano, expresó su alegría por la masiva participación de los fieles en las diversas actividades religiosas. Destacó la abundancia de confesiones y el clima de fervor que se experimentó en toda la comunidad durante estos días de celebración.

En la homilía de la misa central, monseñor Uriona resaltó la importancia de la Virgen María como madre y consoladora de los creyentes. Hizo énfasis en la necesidad de acudir a ella en momentos de dificultad, tanto a nivel personal como comunitario y nacional.

«En este año electoral, necesitamos su guía y protección para iluminar a aquellos que serán elegidos para liderar los destinos de nuestra patria», afirmó el prelado riocuartense.

El obispo invitó a los fieles a seguir las enseñanzas de Jesús y a vivir en consonancia con las bienaventuranzas, la nueva Ley del Reino de los cielos. Hizo hincapié en que este camino propuesto por Jesús difiere de la mentalidad imperante en la sociedad actual. Por tanto, es crucial que se tome en serio la Palabra del Señor y se asuma el compromiso de vivir de acuerdo con ella.

Mons. Uriona reflexionó especialmente sobre dos bienaventuranzas: la de los «pobres de espíritu» y la de los «afligidos». En relación con la primera, resaltó la importancia de la humildad y la confianza en Dios. Destacó que aquellos que reconocen su pobreza interior y depositan su confianza en el Señor están abiertos a su Reino y experimentan una felicidad auténtica.

«Debemos aprender a ser como niños, a tener un espíritu de pobreza. Solo cuando el corazón es humilde y consciente de que todo lo espera de Dios, Él viene a nuestro encuentro y puede obrar en nuestra vida. Su obra consiste en hacernos verdaderamente felices, como proclama este Evangelio», expresó el obispo.

En cuanto a la bienaventuranza de los «afligidos», monseñor Uriona señaló que no se trata de encontrar felicidad en el sufrimiento en sí mismo, sino de vivir los momentos de aflicción desde la fe y la esperanza, confiando en que Dios nos consuela en medio de nuestras penas y pruebas. Animó a los fieles a convertirse en instrumentos de consuelo y misericordia para aquellos que sufren, siguiendo el ejemplo de la Virgen María.

«Los que se afligen y sufren a causa de los innumerables males de nuestra sociedad, como la corrupción, la inmoralidad política, la injusticia social y el flagelo del narcotráfico, serán consolados. Dios nos regala a su Madre, fuente de consolación, para que ella enjugue toda lágrima de nuestros ojos. Contemplemos con fe el rostro maravilloso de Aquella que está a nuestro lado, consolando», indicó el obispo.

La festividad en honor a Nuestra Señora de la Consolata en Sampacho concluyó con una solemne procesión por las calles del pueblo y la celebración de la misa central, presidida por monseñor Uriona. Los fieles expresaron su gratitud y renovaron su compromiso de vivir de acuerdo con el mensaje de Jesús y la intercesión de la Virgen María, llevando consuelo y esperanza a aquellos que más lo necesitan.

Este evento religioso no solo fue una oportunidad para honrar a la Virgen María, sino también para fortalecer la fe de los fieles y reafirmar su compromiso de seguir los valores cristianos en sus vidas diarias. La presencia del obispo y la participación activa de la comunidad en las actividades religiosas reflejaron el profundo arraigo y la devoción hacia Nuestra Señora de la Consolata en Sampacho y en toda la región.

La fiesta patronal fue un momento de encuentro, oración y reflexión, donde los fieles se unieron en la búsqueda de consuelo espiritual y fortaleza ante los desafíos de la vida. Encomendándose a la Virgen María, la comunidad renovó su esperanza y su compromiso de seguir el camino de Jesús, compartiendo el amor y la misericordia con los demás.

Concluida la celebración, los fieles regresaron a sus hogares con el corazón lleno de gratitud y la determinación de vivir de acuerdo con los valores cristianos transmitidos por la Virgen María, llevando consuelo y esperanza a todos aquellos que encuentren en su camino.

La festividad en honor a Nuestra Señora de la Consolata en Sampacho se consolida como una tradición arraigada en la comunidad, uniendo a los fieles en la fe y fortaleciendo los lazos de amor y devoción hacia la Virgen María.

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