El 26 de febrero, una fecha que puede significar muchas cosas para diferentes personas, pero para algunos es un día especial para recordar y honrar a los santos que se han ido. Cada año, en este día, muchos fieles se reúnen para recordar la vida y obra de aquellos que les han inspirado y guiado en su camino espiritual. Es un momento para reflexionar sobre la importancia de la fe y la devoción, y para recordar que aunque hayan fallecido, su legado y enseñanzas siguen vivas en nosotros. Que este día nos recuerde la importancia de mantener viva la memoria de aquellos que han dejado una huella en nuestra vida, y que sigamos sus ejemplos en nuestro camino hacia la santidad.