En el calendario litúrgico, el 21 de febrero se celebra la festividad de varios santos y santas de la Iglesia. En este día, recordamos la vida y obra de aquellos que dedicaron su existencia a la fe y a la caridad, convirtiéndose en modelos de virtud y sacrificio para toda la comunidad cristiana. Es un día para reflexionar sobre la importancia de seguir el ejemplo de estos santos, de emular sus virtudes y de hacer nuestro mejor esfuerzo por vivir de acuerdo a los valores que ellos representan.