En el calendario litúrgico, el 19 de febrero se celebra la festividad de varios santos, y aunque cada uno tenga su propia historia y milagros, todos comparten una cosa en común: su devoción y servicio a Dios.
Recordar a estos santos es una oportunidad para reflexionar sobre su ejemplo y dedicación, y buscar inspiración en su vida para seguir nuestro propio camino de fe.
A través de sus vidas, podemos aprender sobre la humildad, la paciencia, la caridad y otros valores que nos ayudarán a ser mejores personas y cristianos. Celebremos este día con gratitud por el legado que estos santos han dejado en nuestra fe.