El beato Felipe de Piacenza fue un religioso de la iglesia católica quien vivió durante el siglo XIII. Fue miembro de la Orden de los Ermitaños de San Agustín, donde con su conducta dio un ejemplo admirable de penitencia, contemplación y oración. Sus consejos y sabias palabras fueron guía e iluminación para los fieles.
Los datos de la biografía del beato Felipe son escasos. Apenas se conoce que nació en la región de Piacenza, alrededor de mediados del siglo XIII. Creció probablemente en el seno de una humilde familia cristiana donde comenzó a cultivar su fe mientras ayudaba en las labores del campo.
Ya teniendo la edad suficiente, Felipe en su juventud se trasladó para ingresar al convento de San Lorenzo, bajo la dirección de la Orden de los Ermitaños de San Agustín, donde se formó como sacerdote y fue ordenad presbítero.
La vida del beato Felipe representó un verdadero ejemplo de observancia de la disciplina, oración constante y fuertes penitencias para dominar los vicios del mundo y fortalecer el espíritu. Esta dedicación a la perfección del servicio hizo que el beato Felipe fuese admirado y procurado como guía para consejos.
Se dice que llevaba bajo sus hábitos una coraza de hierro con la que hacía penitencia constante. El beato Felipe falleció en Piacenza en el año 1306, sus restos descansan en la catedral local.