El beato Andrés Abellón fue un religioso de la iglesia católica de origen francés quien vivió durante el siglo XV. Perteneció a la orden de los Predicadores, creció en las virtudes y vivió en la disciplina para así conseguir con sus pocos recursos una verdadera reforma de los conventos que dirigió. Además, fue un gran artista plástico y muchas de sus obras aún se conservan en monasterios e iglesias.
Andrés Abellón nació en el año 1375 en la provincia de Saint Maximin de Francia. Creció en el seno de una modesta familia de cristianos, donde aprendió los valores y creció en la fe. Cuando era adolescente se convenció de que su vocación estaba en el servicio, por ello ingresó al convento de Sata María Magdalena de la Orden de los Predicadores situado en su ciudad natal.
Andrés poseía dones artísticos, así que fue enviado a estudiar artes liberales, así como teología, y llegó a ser profesor en Montpellier, París y Aviñón. Conjuntamente, Andrés desempeñaba una espléndida labor como predicador y apóstol en toda la región de la Provenza y en el Condado Sur de Francia, específicamente en Aix-en-Provence. Particularmente se destaca la noble labor del beato en la epidemia de peste que azotó la ciudad.
Como artista y pintor, Andrés Abellón dejó un legado de varias obras, algunas de las cuales se conservan en los conventos de Francia. También completó el claustro del convento de Santa María Magdalena donde se formó y fue electo como prior.
Su labor se basó en recuperar la disciplina en los conventos y la observancia de la regla monástica, llevando el buen ejemplo siempre con sus acciones y bajo la dirección del Maestro de la Orden, Bartolomé Texier.
El beato Andrés Abellón falleció el 15 de mayo del año 1450 en Aix-en-Provence. Su cuerpo se sepultó en la iglesia del convento, donde muchos fieles acudieron a rendirle honores y venerarlo.
El papa León XIII confirmó su culto el 19 de agosto de 1902.