Santa Restituta es una santa mártir de los primeros siglos del cristianismo, posiblemente a comienzos del siglo IV. Su historia es más bien el relato de una leyenda que aparece junto al grupo de mártires de Abitina o África del Norte, junto a Dativo, Saturnino y otros santos mártires. Fue condenada por su fe cristiana y sometida a terribles torturas de las cuales salió ilesa, hasta que fue colocada en un barco para naufragar, pero por milagro de Dios, el barco y su cuerpo incorrupto llegaron hasta una isla (actual San Montano), donde comenzó su veneración.
Santa Restituta nació a finales del siglo III en la ciudad de Cartago. Aunque se conocen pocos detalles de su vida antes de recibir la palma del martirio, se presume que hizo un voto de consagración a Jesús en su juventud, y por ello fue denunciada por ser cristiana, en tiempos del emperador Diocleciano, cuando las estrictas prohibiciones del reino impedían el libre culto de los cristianos y su fe.
Los pocos relatos reconstruyen la historia de Santa Restituta, al igual que la de otros mártires del Norte de África, como Santa Devota, Reparata y Torpes. La leyenda cuenta que Restituta aceptó su fe cristiana ante el gobernador por ello fue condenada a sufrir muchos castigos y torturas, de los cuales salió ilesa, pues con sus oraciones El Señor la protegía.
Finalmente, Restituta fue colocada en un barco cargado de estopa y resina ardiendo y lanzado al mar para morir a la deriva. Las llamas se apagaron por obra de Dios, Restituta salió ilesa, y luego falleció en la paz del Señor. El barco fue guiado por un ángel hasta la isla de Aenaria (Ischia) llegando en el lugar de San Montano, donde una mujer cristiana de nombre Lucina había tenido un sueño premonitorio con la llegada de este barco. Cuando fue a la playa se encontró con la nave y el cuerpo incorrupto de la santa.
La población cristiana de aquel lugar enterró el cuerpo de Santa Restituta a los pies del Monte Vico en Lacco Ameno y posteriormente se construyó una basílica en su honor.
Santa Restituta es la Patrona de Lacco, Ameno y Oricola.