Santa Claudia, Virgen y mártir
Santa Claudia fue una santa mártir de la iglesia católica quien vivió durante el siglo III. La historia de esta virgen y mártir se cuenta junto a la de otras seis mujeres cristianas, quienes fueron condenadas por su fe, siendo expuestas a humillaciones y torturas hasta ser ejecutadas, pues nunca dejaron de reconocer su fe y confianza en Cristo.
Son escasos los relatos que narren hechos de los primeros años de vida de Santa Claudia o sus compañeras mártires. Algunas Actas que relatan su martirio, datan de los primeros años del siglo IV, por lo que se presume que sucedió durante el gobierno de Diocleciano en la localidad de Amisus de la Asia Menor.
Santa Claudia aparece junto a un grupo de seis jóvenes cristianas, vírgenes y mártires: Alejandra, Eufrasia, Matrona, Julita, Eufemia, Teodosia y Derfuta. El prefecto Maximino al enterarse de estas jóvenes consagradas al cristianismo, ordenó apresarlas.
Las jóvenes se declararon cristianas; entonces fueron obligadas a adorar y rendir culto públicamente al emperador según las leyes del imperio, pero, al ser cristianas, Claudia y las demás jóvenes se negaron a pesar de ser amenazadas con castigos crueles.
Seguidamente, estas cristianas fueron sometidas a la peor humillación en público, las desnudaron en frente del pueblo, las azotaron con varas, les cortaron los pechos y desgarraron sus costados con garfios. Sin embargo, ningún castigo hizo que estas vírgenes negaran su fe. Entonces las colgaron y las quemaron a fuego lento. En otras versiones, se dice que fallecieron al ser arrojadas a un horno, otra versión también dice que fueron ahogadas.
La edad de la Claudia y sus compañeras mártires se desconoce, aunque parece que fue en la juventud temprana cuando fueron asesinadas. El año aproximado de su martirio data del 304.
La memoria de Santa Claudia aparece en el martirologio romano el 18 de mayo.