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San Dimas

San Dimas, el buen ladrón

San Dimas o también llamado el buen Ladrón, es el primer santo en la historia de la Iglesia católica.

Este hombre, había sido crucificado a la derecha de Jesús, en estos momentos de agonía el buen ladrón aceptó a Jesús como Hijo del Dios verdadero, por lo cual fue proclamado santo por el propio Jesucristo.

La historia de la canonización de San Dimas, el buen ladrón, esta completamente descrita en los evangelios. En ese momento, Jesús crucificado recibía toda clase de ofensas de quienes lo habían condenado, le gritaban que si había hecho tantos prodigios, que si era el Hijo de Dios que se salvara bajando de la cruz; en ese momento Jesús era objeto de burlas y humillaciones por parte de la turba del pueblo judío, sus representantes, los sacerdotes y también los soldados.

Los discípulos de Cristo habían huido, solo a sus pies se encontraban la Santísima Virgen María y algunas santas mujeres piadosas de Jerusalén.

En ese instante, el ladrón crucificado a su izquierda lo insultaba también, cuestionándole que si era Jesús el Mesías, se salvara así mismo y a ellos. Pero por otro lado, el ladrón crucificado a su derecha, Dimas, le decía en rechazo al otro ladrón “¿no tienes termos de Dios?, nosotros estamos justamente condenados, pero este hombre no ha hecho nada malo”, Dimas, el buen ladrón, pidió a Jesús que se acordara de él cuando llegara al reino de los cielos, a lo que Jesús le respondió “en verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”.

De este modo, el propio Jesucristo canonizó a San Dimas, el buen ladrón, un hombre con esperanza y fe, que reconoció al Hijo de Dios en el momento de su pasión.

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