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San Lázaro

San Lázaro

San Lázaro de Betania

En el nuevo testamento de la Biblia se habla de dos personajes con el nombre de San Lázaro; el primero es el Lázaro de Betania, quien fuera amigo querido de Jesús, y el hermano de Marta y María, en esta persona en quien Jesús realizó el milagro de la resurrección.

El segundo personaje es el Lázaro de la parábola del rico de la que se habla en el Santo Evangelio de San Lucas (16:19-31). Sin embargo, con el pasar de los años, ambos personajes se unieron en la figura de San Lázaro de Betania.

La historia cuenta que cuando Lázaro tenía 30 años enfermó de lepra y falleció. Sus hermanas, María y Marta preocupadas por su estado de salud y temiendo su muerte, enviaron un mensaje a Jesús para que fuese a Betania a sanar a Lázaro, sin embargo, Jesús llegó cuando ya Lázaro tenía cuatro días de fallecido.

Las hermanas, como todos, decían que ya era muy tarde, a pesar de esto, Jesús fue a la tumba de Lázaro, le oró y le dijo su famosa frase “Lázaro, ven, levántate”, y Lázaro salió de su tumba milagrosamente.

La amistad entre Jesús y Lázaro era un lazo fuerte.  Lázaro se volvió un profeta del cristianismo que daba fiel palabra de las obras de Jesús. Llegó a ser obispo de Kittim en Chipre donde vivió hasta los 60 años cuando falleció.

Lázaro se fue a vivir a Kittim, hoy en día Lanarca, Chipre, donde se convirtió en el primer obispo del lugar. A la edad de 60 años, murió y fue enterrado en el lugar. En esta ciudad se edifico la iglesia de San Lázaro en su honor.

El nombre de Lázaro proviene de Israel y significa literalmente “Dios es mi auxilio”, hace referencia al maravilloso milagro que recibió este santo de Jesús, como lo es la resurrección.

Oración a San Lázaro

Dios Padre misericordioso que resucitaste a Lázaro de entre los muertos por medio de tu Hijo Jesús, concédenos vivir una vida resucitada, centrada en Ti.

Que la intercesión de este fiel seguidor de Cristo nos ayude a crecer cada día en santidad y amor fraterno para llegar también nosotros a la patria celestial.

Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

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