San Crispín: El santo patrón de los zapateros
San Crispín es el santo patrón de los zapateros. Vivió en el siglo III y fue martirizado durante la persecución del emperador Diocleciano por profesar públicamente el cristianismo y rehusarse a confeccionar calzado para ritos paganos.
Biografía y martirio
San Crispín nació en Roma en el siglo III en el seno de una familia noble cristiana. Era hijo de un senador romano pero se dedicó a trabajar como zapatero.
Cuando el emperador Diocleciano desató la persecución contra los cristianos, Crispín fue torturado y finalmente decapitado por negarse a realizar calzado para un templo pagano, muriendo así mártir.
Fue martirizado junto a su hermano Crispiniano, también zapatero, convirtiéndose en patrones de este oficio.
Veneración y legado
Las reliquias de San Crispín fueron trasladadas a la Abadía de San Eloy, en Francia, lugar de peregrinación. Su culto se difundió ampliamente en la Edad Media entre los gremios de zapateros.
Su festividad es el 25 de octubre. Es un símbolo de la dignidad del trabajo artesanal y un ejemplo del valor de los primeros mártires cristianos.